Modelo Smart Social City
Un modelo de desarrollo para la mejora de la calidad de vida

Smart Social City define una visión holística de la ciudad, con estructuras sostenibles social, medioambiental, económica y culturalmente, capaces de generar una ciudad que cumpla con los objetivos necesarios para el desarrollo y crecimiento equilibrado de sus habitantes. Este sistema estructural debe tener en cuenta en su formulación y planteamiento el desarrollo de servicios de calidad para los habitantes, eficaces y mantenidos en el tiempo:

  • Genera un sistema urbano integral, con un desarrollo urbanístico ‘adecuado’, integrador socialmente, que sea la base de un desarrollo de viviendas ‘adecuadas’, capaces de sumar un todo que represente el beneficio real de la aportación de valor añadido por los servicios e infraestructuras, y cuyo principal beneficiario sea el ciudadano.
  • Optimiza el uso del suelo y promueve la vivienda vertical como una solución al crecimiento urbano desordenado y desestructurado: al densificar la ciudad, se libera espacio para zonas verdes, recreativas y viales, y se reducen los gastos públicos de mantenimiento, así como la huella de carbono, los desplazamientos y el consumo de agua y energía per cápita. Al estar los servicios y equipamientos más próximos, las personas viven más cerca de donde trabajan, estudian, consumen y se divierten, mejorando su calidad de vida.
  • Crea una ciudad pública integradora, abierta y conectada a los sistemas urbanos y territoriales. Esto implica que los ciudadanos, empresas, gobiernos, expertos en conocimiento, expertos en innovación…, generen de forma colaborativa y participativa una visión de ciudad a la medida de la realidad concreta, física, económica, social, cultural y normativo-jurídica, que haga viable la ciudad Smart Social City.
  • Smart Social City es socialmente responsable al asegurar la sostenibilidad económica, social, medioambiental y cultural de los servicios de ciudad (energía, agua, residuos, TIC, etc.) y de los servicios de comunidad (educación, salud, cultura, comercio, etc.).
  • Promueve la integración social heterogénea y transversal, facilitando la inclusión y la disminución de las desigualdades sociales.
  • Genera modelos de negocio rentables y sostenibles para las inversiones que se realicen tanto por el sector público como el privado, imprescindibles para la generación del valor añadido para el ciudadano que resultará en la calidad del sistema urbano necesario para obtener la calidad de vida que se propone.